miércoles, 6 de febrero de 2013

Ajuste de sistema: trabajar y ser mamá

Me está costando. Un día tengo trabajo por la mañana y el Baby está con su cuidadora, genial de la vida. Por la tarde estamos juntos, como dos enamorados, paseando, hablándonos, preparando la cena, genial también.

Pero luego otro día trabajo por la mañana y a última hora viene un encargo. Y el gran dilema.

¿Qué hacer? ¿Aceptar el encargo? Estas son las opciones para una mamá freelance...o por lo menos, es lo que voy viendo como opciones ahora mismo.

©Mamá Freelance


1. Aceptar. Trabajar toda la tarde con el Baby en su trona/en su cuna/en el suelo, jugando, cansándose, jugando, mamando...hasta que acabes tú o se duerma él.
Ventajas: más trabajo = más dinero; tu hijo te ve trabajando, que es bueno; confirmas que eres la reina de la multitarea, ¡enhorabuena!
Desventajas: te sientes fatal; no haces nada bien; tu hijo mama tu estrés, ¡estoy convencida de ello!

2. Aceptar. Esperar hasta que venga el Husband del trabajo y luego pasarle al Baby y desaparecer.
Ventajas: pasas el tiempo asignado con tu hijo; trabajas mejor porque estás concentrada
Desventajas: estás deseando que llegue tu pareja no para darle un beso sino para pasarle al bebé; no ves a tu pareja

3. Rechazar el encargo. Pasar la tarde con tu Baby pero con la cabeza llena de preguntas retóricas. ¿Podría haberlo hecho? ¿Y si ahora no me vuelven a llamar?
Ventajas: Tienes más tiempo con tu pequeño; vas acostumbrándote a ti misma y a tus clientes a tu nueva estructura laboral; menos estrés que haces reflejar en el niño
Desventajas: te sigues comiendo la cabeza; menos trabajo = menos dinero

No sé, supongo que es cuestión de acostumbrarse, pero ninguna de las 3 opciones me parecen definitivas. Mi instinto de autónoma lucha contra mi instinto de mamá, diciendo: lo mejor sería seguir con tu ritmo de antes, trabajar como una loca y no tener que preocuparte por nada más.

Pero mi instinto de mamá dice: ahora que he subrayado todo en bonito y colorido, me doy cuenta que quizá la opción que más ventajas (y menos desventajas) tiene es la 3. Y aunque las desventajas son importantes, no son el fin del mundo.

Y además, las preguntas retóricas desaparecerán con el tiempo.

Resumiendo, (como dice un amigo), viendo las 3 opciones, quizá hay una nueva solución - aceptar el encargo pero con las nuevas condiciones de trabajo. Es decir, hacerlo la mañana siguiente y no pasa nada.

O sea, no hay que entrar en crisis - simplemente hay que adaptarse. (Aquí habla Mamá Freelance versión Zen)



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