lunes, 5 de noviembre de 2012

3 opciones de cuidado de bebés para las madres autónomas

Hoy he estado con mi Baby en una clase de Pilates Postparto con tu bebé. Genial la clase, con movimientos conocidos para las que ya estamos acostumbradas al yoga, pero lo suficientemente suaves si es la primera vez que haces ejercicio desde que nació tu retoño.

Pero me estoy apartando del tema (como siempre)...

Hablando con las otras mamás al final de la clase, estuvimos compartiendo nuestras opciones para el cuidado de nuestros bebés con la incorporación al trabajo. A raíz de esto, me puse a pensar (como Carrie Bradshaw), cuáles son las diferentes opciones y sus beneficios y desventajas:

1. Mamás que ayudan a mamás
No, no estoy hablando de una comuna de madres, sino que nosotras, como hijas, dejan a nuestros hijos con nuestras madres. Creo que es muy común en Madrid, donde resido. La gente que conozco, en general, suelen tener a la familia cerca, entonces tiran de sus madres, bien formadas en la crianza de bebés, para cuidar de los nietos durante su jornada laboral.

2. Todos juntos en la guardería
Me asusté ayer pensando en enviar a mi Baby de 3 meses y medio a una guarde donde hay niños de hasta 3 años. Tengo ganas de enviar al Baby a la guarde, porque he visto de cerca cómo se desarrollan los niños de guardería y lo sociables que son, pero todavía me parece pronto. Sin embargo, para muchas mamás autónomas, sobre todo las que trabajan fuera de casa y tienen a sus familias lejos, no hay otra alternativa.

3. Mary Poppins en casa
Tener a alguien por horas en casa proporciona mucha flexibilidad para la madre autónoma, sobre todo si no tiene un horario fijo. Así, puede estar con su peque cuando no tiene trabajo pero si llega un encargo, se puede poner manos a la obra en cuanto lo reciba, sabiendo que hay alguien que le cuide de su pequeño. Sin embargo, es un coste importante y también, con los pisos que tenemos hoy en día, no hay mucho sitio para compartirlos con otra persona que no sea de la familia.

Ahora mismo, el Husband y yo estamos barajando las opciones 2 y 3.

Sin embargo, echo de menos la figura anglosajona de la "child minder" - normalmente un tipo de "babysitter" (cualificada y asegurada, eso sí) que lleva su negocio en su propia casa. Es como una mini-guardería, no tan masificada, y el trato con el bebé es más personal, quizá más adecuado sobre todo en el caso de los más pequeños.

¿Qué hacer? ¿Cuáles son vuestros planes a este respecto? ¿Cómo lo habéis arreglado?

jueves, 25 de octubre de 2012

Volver a tus cosas

Hoy he dejado a mi peque por primera vez. Nos hemos levantado pronto y hemos salido de casa los tres para que el Husband llegue bien a su oficina.

Luego después de una visita rápida al médico (¿a alguien más le da la impresión que vive en el ambulatorio?) he dejado al Baby con la Abuela para ir a una cita con la fisio.

Ahí hemos estado charlando una hora mientras me trataba la fisio el brazo, cargado por los kilos del Baby.

Sin embargo, no me impresionado los estiramientos, ni las contracturas que tengo, sino estoy alucinada que haya tenido dos horas para mí y ¡HE PODIDO TENER UNA CONVERSACIÓN ADULTA!

Siento esperanza. No sólo por mi propio cerebro y el hecho de poder comprobar que sigue funcionando, sino también a la hora de trabajar.

Al volver al coche, me empecé a sorprender con dos preguntas: ¿Podré estar unas horas ocupada con algo que no sea mi Baby? y ¿Podré hasta llegar a disfrutarlo?

Hay una única respuesta: Watch this space...

lunes, 15 de octubre de 2012

Era freelance, ahora soy mamá

Ayer mi hijo cumplió 12 semanas. Tres meses maravillosos han pasado desde que nació y entre risas y sonrisas, algunas lágrimas y muchos bostezos, han ido pasando los días y se acerca el fin de la baja. 

Ha salido el sol ©LaMamaFreelance
Por ahora sólo planifico, pero el corto permiso de maternidad para las mamás residentes en España hace que tengamos que pensar en cómo conciliar la vida profesional con la personal antes que muchas otras mujeres en Europa. 

Además, siendo autónoma que trabaja en casa, aparte de no tener esos 15 días extras para la lactancia, el dilema sobre qué hacer con el niño y el trabajo supone un reto entre la maravillosa flexibilidad de la mujer autónoma y el compromiso tanto con su hijo como con su propia empresa.

Mentiría si dijera que lo tengo todo claro. Cada semana que pasa es un logro más para el pequeño, unos gramos más en la tripa, piernas y cara, un movimiento más de sus ojos, manos o piernas, o unos minutos más que duerme por la noche. Pero cada semana también es la cuenta atrás hasta empezar a tomar cartas en este asunto del trabajo.

Quiero trabajar, me gusta trabajar. Pero me encanta mi hijo. Ser madre es algo mucho más grande que ser traductora. Sin embargo, me gusta traducir, me gusta tener mi propia empresa, y también importante - hay que trabajar para dar de comer a mi peque.

Este blog va a ser mi intento de ver cómo me arreglo como mamá freelance...