Hoy he dejado a mi peque por primera vez. Nos hemos levantado pronto y hemos salido de casa los tres para que el Husband llegue bien a su oficina.
Luego después de una visita rápida al médico (¿a alguien más le da la impresión que vive en el ambulatorio?) he dejado al Baby con la Abuela para ir a una cita con la fisio.
Ahí hemos estado charlando una hora mientras me trataba la fisio el brazo, cargado por los kilos del Baby.
Sin embargo, no me impresionado los estiramientos, ni las contracturas que tengo, sino estoy alucinada que haya tenido dos horas para mí y ¡HE PODIDO TENER UNA CONVERSACIÓN ADULTA!
Siento esperanza. No sólo por mi propio cerebro y el hecho de poder comprobar que sigue funcionando, sino también a la hora de trabajar.
Al volver al coche, me empecé a sorprender con dos preguntas: ¿Podré estar unas horas ocupada con algo que no sea mi Baby? y ¿Podré hasta llegar a disfrutarlo?
Hay una única respuesta: Watch this space...
Un blog para madres que trabajan como autónomas. Historias, consejos y muchas muchas preguntas.
jueves, 25 de octubre de 2012
lunes, 15 de octubre de 2012
Era freelance, ahora soy mamá
Ayer mi hijo cumplió 12 semanas. Tres meses maravillosos han pasado desde que nació y entre risas y sonrisas, algunas lágrimas y muchos bostezos, han ido pasando los días y se acerca el fin de la baja.
Por ahora sólo planifico, pero el corto permiso de maternidad para las mamás residentes en España hace que tengamos que pensar en cómo conciliar la vida profesional con la personal antes que muchas otras mujeres en Europa.
Además, siendo autónoma que trabaja en casa, aparte de no tener esos 15 días extras para la lactancia, el dilema sobre qué hacer con el niño y el trabajo supone un reto entre la maravillosa flexibilidad de la mujer autónoma y el compromiso tanto con su hijo como con su propia empresa.
Mentiría si dijera que lo tengo todo claro. Cada semana que pasa es un logro más para el pequeño, unos gramos más en la tripa, piernas y cara, un movimiento más de sus ojos, manos o piernas, o unos minutos más que duerme por la noche. Pero cada semana también es la cuenta atrás hasta empezar a tomar cartas en este asunto del trabajo.
Quiero trabajar, me gusta trabajar. Pero me encanta mi hijo. Ser madre es algo mucho más grande que ser traductora. Sin embargo, me gusta traducir, me gusta tener mi propia empresa, y también importante - hay que trabajar para dar de comer a mi peque.
Este blog va a ser mi intento de ver cómo me arreglo como mamá freelance...
Ha salido el sol ©LaMamaFreelance |
Además, siendo autónoma que trabaja en casa, aparte de no tener esos 15 días extras para la lactancia, el dilema sobre qué hacer con el niño y el trabajo supone un reto entre la maravillosa flexibilidad de la mujer autónoma y el compromiso tanto con su hijo como con su propia empresa.
Mentiría si dijera que lo tengo todo claro. Cada semana que pasa es un logro más para el pequeño, unos gramos más en la tripa, piernas y cara, un movimiento más de sus ojos, manos o piernas, o unos minutos más que duerme por la noche. Pero cada semana también es la cuenta atrás hasta empezar a tomar cartas en este asunto del trabajo.
Quiero trabajar, me gusta trabajar. Pero me encanta mi hijo. Ser madre es algo mucho más grande que ser traductora. Sin embargo, me gusta traducir, me gusta tener mi propia empresa, y también importante - hay que trabajar para dar de comer a mi peque.
Este blog va a ser mi intento de ver cómo me arreglo como mamá freelance...
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